No hay nada como los platos calientes de cuchara para entrar en calor. Como el frío ya está llamando a nuestras puertas, Luisa (autora de Cocinando con mi Carmela) nos trae una receta tradicional y muy otoñal, cómo hacer crema de calabaza. Se trata de una receta muy fácil y rápida de preparar, que además acompaña de algunos consejos para hacer las cremas más atractivas. ¡No te los pierdas!
Llegado el otoño sin duda es época de cremas en casa: se vuelven las protagonistas de nuestras cenas, son fáciles de preparar y las puedes hacer de un día para otro.
Muchas veces los peques o no tan peques se terminan cansando de ellas, pero yo tengo varios trucos para que no se nos hagan monótonas y tengan chispa. Una de ellas es cortar en rodajas finas la verdura principal, para reservar unas cuantas de esas rodajas y reservarlas; así, antes de servir la crema las aso a la plancha y las coloco de adorno a la hora de presentarlas en la mesa.
Otro consejo que sigo para hacer la crema atractiva es que le suelo añadir semillas de pipas, sésamos o, por qué no, de chía, que está tan de moda hoy en día.
Pero la opción que más suele gustar es que la presente con queso rallado: opto siempre por un parmesano ya que tiene un sabor intenso. Probadlo, no falla.
Para preparar las cremas utilizo ya siempre la nueva marmita de Emile Henry. Me enamoré de ella desde la primera vez que la vi. Tienes la opción de cocinar en ella y luego presentarla directamente en la mesa de lo bonita que es, aparte que puedes usar el batidor en su interior sin miedo.
La marmita cerámica es un utensilio de lo más tradicional, que aparte de para hacer cremas os sirve para todo tipo de platos de cuchara, sopas, guisos... ¡o para hacer un rico y dulce arroz con leche!
Pero hoy toca preparar crema de calabaza, ahora os cuento cómo.
Marmita cerámica Emile Henry, boles Fleur de Ligne Tokyo Design y tabla de madera Glorious Food de T&G
Ya la he hecho varias veces y esta sencillamente deliciosa, sobre todo es perfecta para los peques (para ellos no añadí nata) Como ligera variación después de triturar volví a dejarla cocer un poco con unas hebras de azafrán que le dieron un toque espectacular y adorne con unos picatostes. La recomiendo sin duda.
Una cocotte es a la cocina como una camisa blanca es en tu armario. Un básico que permite preparar guisos y asados, cremas, sopas y purés; que puede ir sobre fuego o al horno. En definitiva, es una cazuela muy versátil y de alta durabilidad.
Con esta cazuela he preparado una estupenda receta tradicional marroquí: Un pollo con aceitunas y limones en conserva. Es un guiso sencillo pero espléndido que se tarda poco tiempo en preparar.
Claudia
diciembre 18, 2016
Hola Eva, me encanta lo de darle el toque de azafrán, buen añadido de sabor!! Muchas gracias, me alegro que haya resultado tan rica. Un saludo!