Hoy Beatriz, autora de To Be Gourmet, nos da su opinión sobre un artículo que es un capricho tan dulce como las galletas que con él elaboras: los sellos para galletas de Nordic Ware! Sé que es difícil hacerse a la idea de lo bien qué van o la buena presencia que tienen sin tenerlos delante, pero creedme, ¡Son unos sellos que enamoran!

Desde hace ya mucho tiempo que soy fan de los moldes de Nordic Ware para hacer espectaculares bizcochos gracias a los preciosos diseños que ofrece la marca. Me voy haciendo con uno nuevo cada cierto tiempo y debo confesar que me encantaría tenerlos todos como si de una colección se tratara. De hecho mantengo cierta expectación ante la posibilidad de que presenten alguno nuevo para ver de qué más formas se puede moldear un bizcocho imponente, e incluirlo en la lista de pendientes.


Cuando a través de la tienda on line de Claudia&Julia descubrí los sellos de aluminio me quedé prendada. Era allá por diciembre cuando los conocí gracias a una receta de galletas navideñas hechos con los sellos “Holiday cookie”. Podéis verla AQUÍ.

Enseguida vi que también había unos modelos preciosos para “todo el año” que son los sellos “All season” y me decidí por ellos.

Lo primero que diría es que me encantó como vienen presentados: en una caja bien armada, donde los sigo guardando, uno tras otro levemente inclinados como si fueran tres joyitas.
Su tamaño fue lo segundo que me sorprendió, no había reparado en la descripción del producto donde indica claramente su diámetro y lo cierto es que son tres buenas piezas y con gran empaque; el mango de madera, la parte de aluminio grabada.…. Me parecieron geniales para regalar porque son un verdadero capricho para los que amamos el mundo de la repostería.



Para ver qué tal resultaban, la primera vez utilicé una receta de galletas de mantequilla que tengo dominada y siempre me sale genial. Pasaron la prueba con nota alta! Podéis ver la receta en el blog (aquí).


El procedimiento para obtener una masa en la que se pueda estampar el dibujo y que permanezca inalterable tras el horneado es el de siempre:

1.- Extender la masa sobre papel de horno en una bandeja para galletas (como ésta de De Buyer), o en la misma bandeja de horno (si no es demasiado grande).

2.- Enfriar un poco en la nevera sin que llegue a quedar excesivamente dura para que no cueste hincar el sello.

3.- Grabar el motivo elegido varias veces sobre la masa extendida con una pequeña separación entre ellos.

4.- Como el sello para galletas no corta, sino que marca un dibujo, cortar después con un cortador redondo de galletas del mismo tamaño (también serviría un aro metálico de emplatar), aplicándolo encima de cada uno, y retirar el recorte de los bordes.

5.- Enfriar bien de nuevo para que las galletas estén bien rígidas antes de meter en el horno y que con la breve cocción que precisan mantengan su forma.

Otra opción es hacer pequeñas bolas de masa y extenderlas para obtener círculos del tamaño aproximado de la galleta y luego estampar aunque quede un sobrante de borde. El efecto es bonito porque me recuerda a los sellos lacrados rojos de las cartas antiguas.



Podemos cortar primero el círculo una vez extendida la bola (que debe ser mayor que el dibujo para conseguir el efecto) y obtener una galleta redonda perfecta, o no hacerlo y que mantenga la forma irregular. En ambos caso queda precioso.

Se pueden hacer todas las galletas del mismo modelo, y reservar los otros dos para otra ocasión y así dosificando los modelos, o alternar los sellos en la misma hornada y ofrecer un surtido con diferentes formas.

Hay quien me ha comentado que se les ha pegado la masa al sello. En ese caso les he recomendado dos cosas: lo primero, pasar primero el sello por harina, así evitarás en muchos casos que se pegue. Y en segundo lugar, si sigue pegándose, tal vez se debería revisar la proporción de harina/mantequilla para evitar que sea una masa tan pegajosa. Si te interesa, encontrarás una de mis recetas con los sellos aquí, en el blog.

En cuanto a limpieza, los sellos se limpian fenomenal, porque sus hendiduras son lo suficientemente grandes para que no queden restos de masa difíciles de retirar. Lo mejor es utilizar un paño húmedo , importante, a continuación secar!

Las galletas estampadas resultan tan bonitas que es una idea preciosa prepararlas para regalar. Por otra parte, en nuestra cocina, los sellos pueden quedar a la vista en una estantería porque resultan súper decorativos con su aire rústico y vintage.

Comentarios

Teresa dijo:

Estoy deseando probarlos. Son grandes, y muy bonitos. Van muy bien con un anillo de emplatar para cortar la masa. La única pega es su precio…

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