El blog de Claudia&Julia

En cuanto las tardes se hacen más cortas, asoman con fuerza las ganas de ponerme a preparar recetas en las que tenga que encender el horno. Un ejemplo es esta galette de invierno, que esconde un relleno maravilloso a base de calabaza asada y queso feta y que tiene un aroma muy mediterráneo, gracias al tomillo y el orégano con la que se adereza.

La tarta salada que os traigo hoy me parece una propuesta estupenda para las cenas informales en casa, o para llevar cuando vamos de invitados, ¡incluso para un pícnic! Os aseguro que me apetece mucho prepararla un sábado por la noche, dejarla enfriar hasta el domingo por la mañana, y disfrutarla en un desayuno de lujo y sin prisas en familia.

Si algo tiene la cocina es la gran cantidad de recetas que se pueden versionar. Buena prueba de ello es esta tarta Tatin de tomates cherry con cheddar, adaptación salada de una de las tartas de manzana más representativas de la pastelería francesa y, sin duda, uno de sus errores más acertados. El resultado de esta receta, en la que la tarta Tatin cambia de registro, es un claro aprobado con nota alta, ¡muy alta!, porque os prometo que está increíble.  

Tanto si eres de picante como si no es lo tuyo, hoy te voy a tentar con esta delicia en forma de panecillos con cheddar y chile, que tiernos y calientes entran de maravilla. Estos buns de queso al toque picante son la excusa perfecta para reunir a todos en casa alrededor de la mesa. Y si lo prefieres sin el toque picante, puedes obviar el chile con toda tranquilidad.

Hoy traigo una receta con la que quedarás bien sí o sí: un clásico pastel de pescado, con un interior principalmente relleno de bacalao, gambas, atún y cebolla, y cubierto con una masa de hojaldre que tanto le da un aspecto rústico precioso como redondea cada bocado al tomarla con el relleno.

La Tarta Tatin de zanahorias y miel es una de esas recetas que te enamoran por lo sencilla que es y lo espectacular que queda. Es una versión distinta del clásico francés de manzanas caramelizadas, pero aquí las zanahorias se convierten en las grandes protagonistas. Caramelizadas con miel y azúcar, y cubiertas con una base crujiente de hojaldre, crean una combinación de dulce y salado que sorprende y encanta.

Estas tartaletas de verduras y brie son de esos pequeños placeres que siempre tengo a mano, ya sea para una cena rápida en familia o cuando quiero impresionar con un aperitivo sencillo pero delicioso. La receta combina el sabor fresco de las verduras salteadas con ajo y el toque cremoso del brie, creando una mezcla irresistible. ¡Y no dejéis de poner miel a la hora de servir! Es el contraste que redondea el plato, hazme caso.

Tal vez sea la primera vez que ves un strudel salado, pero las hay de mil y un sabores. Hoy te traigo un básico irresistible, cómo preparar un Strudel de jamón y queso delicioso, al que añado un toquecito de ajo. ¡En casa nos encanta!

Hoy te traigo una tarta salada que es todo color y sabor. Si la ensalada caprese se vistiese de fiesta, sería muy parecida a esta tarta de tomates cherry y burrata. Con su colorido, aromático y sabroso relleno es una receta que se me antoja muy veraniega y que es perfecta para comer en casa o para compartir en un pícnic al aire libre.

En esta Pascua, te invito a unirte a nosotros para preparar una receta que lleva el espíritu de la primavera directamente a nuestra mesa: la receta francesa de Pâté de Pâques (Paté de Pascua). Este plato, con raíces en el corazón del Valle del Loira en Francia, es más que una simple comida; es un símbolo de celebración, uniendo la delicadeza del paté y la tradición de los huevos de Pascua en una perfecta armonía de sabores y texturas.

¿Qué aperitivo te gustará más? Creo que entre estas opciones de canapés y tostaditas que te traemos hoy, no sabrás por cuál decidirte... ¡Por qué son todo unos aperitivos deliciosos! Además, hacerlas te toma muy poco rato pero quedarás maravillosamente bien en las comidas y cenas de compromiso. ¡Mira los aperitivos que te traemos! Espero que te resulten inspiradores. ¡Vamos a por ellos!

Vuelta al frío, ¡Vuelta al horno! Me parece un aliado estupendo en la cocina, porque me permite despreocuparme de atender los fogones y el resultado es siempre fantástico. Y este pastel de cebolla es buena prueba de ello, ¡enseguida veréis por qué!