¿Debo renovar mi sartén antiadherente? Las sartenes antiadherentes revolucionaron la cocina moderna, facilitando la preparación de alimentos sin que se pegase nada, y reduciendo también la necesidad de usar grandes cantidades de aceite o mantequilla, pues eran los agentes más usados para que no se pegara la comida (más allá de aportar sabor).

Sin embargo, y como tantas otras cosas, las sartenes antiadherentes tienen una vida útil limitada: antes se esperaba que una sartén antiadherente durara entre dos y tres años; ahora, con los avances tecnológicos, puede esperarse que duren aún más... Pero todo ello dependerá también del trato que se le da a la sartén.

Pero ya sea más pronto o más tarde, las sartenes antiadherentes deben cambiarse. La cuestión es saber cuándo debe hacerse el cambio. En este artículo exploraremos cuándo es el momento apropiado para reemplazar una sartén antiadherente y qué señales debemos buscar para determinar si ha llegado el momento de decir adiós a nuestra compañera de cocina.

Sobre la durabilidad de las sartenes antiadherentes

Hace una década, la esperanza de vida de una sartén antiadherente era relativamente corta, pero hoy en día, las sartenes con recubrimientos de calidad pueden durar entre cinco y siete años, según la Alianza de Utensilios de Cocina y Repostería en EEUU.

Sin embargo, existen dos condicionantes a la vida de una sartén antiadherente:

  • La calidad del antiadherente: un buen antiadherente resistirá mejor el paso del tiempo y la manipulación. En el mercado hay muchas gamas y calidades de antiadherentes, y es importante escoger bien (puedes verlas aquí)
  • Cómo tratamos nuestra sartén antiadherente determinará cuánto tiempo nos durará finalmente.

Tanto las sartenes antiadherentes tradicionales (con recubrimiento de PTFE) como las de cerámica (a menudo promocionadas como "ecológicas") no durarán ni mucho menos lo que duran las sartenes de hierro fundido, acero al carbono, cobre o acero inoxidable. La capa antiadherente (la que evita que los alimentos se peguen) es delgada y está compuesta por materiales con una vida útil limitada, porque se desgastan, dañan o queman, y dejan de realizar su función antiadherente correctamente.

Aunque las sartenes de cerámica tienden a desgastarse más rápido, ambos tipos eventualmente perderán su capacidad antiadherente.

Señales para Reemplazar tu Sartén Antiadherente

Si observas cualquiera de las siguientes señales en tu sartén antiadherente, ya sea pasado unos meses de su compra o tras pasar varios años, es importante dejar de usarla y reemplazarla:
  1. El recubrimiento se desprende: Si el recubrimiento antiadherente está desprendiéndose en trocitos o pedazos, es sin duda hora de reemplazarla. Esta situación es más común en sartenes de cerámica. No tiene solución y simplemente el problema irá a más, haciendo el cocinar con la sartén cada vez más complicado porque se irá pegando la comida.
  2. Arañazos profundos o recubrimiento levantado: La manipulación del alimento en la sartén puede hacer que aparezcan rayas suaves en el antiadherente, que no deben ser preocupantes (aunque puede que los alimentos se peguen más, el antiadherente tiene sus milímetros de grosor, y debería poder usarse). Pero según qué utensilios uses, el trato que le des y el paso del tiempo, es probable que los alimentos se peguen más, especialmente si los arañazos son profundos. Si observas que las rayas son algo blanquecinas o plateadas (¡estás observando el aluminio interior!), o se presentan rayas o puntos en los que el recubrimiento se levanta (a veces incluso a lo largo de una rayadura, se observa como hay recubrimiento en forma de minúsculas escamas que se levantan), es importante cambiar la sartén.
  3. Sequedad o quemado del recubrimiento: El paso del tiempo, un uso intensivo o el uso del fuego a elevada intensidad en una sartén antiadherente, hará que se seque o que se queme. Así, observarás que el antiadherente bien está más blanquecino o, justo al contrario, presenta toda una zona más oscurecida (normalmente en forma de círculo, que es la forma del fogón o llama que lo ha quemado). Si observas ese cambio de color en la sartén, que normalmente se acompañará de que la comida se pega, es recomendable cambiar la sartén.
  4. Problemas persistentes de pegado: Si luchas constantemente para evitar que los alimentos se peguen a la sartén, ya sea en un punto o zona en concreto o en toda la superficie en general, es hora de considerar una sartén nueva.

Recomendaciones para que tu sartén antiadherente dure el máximo

  1. Calienta la sartén siempre a fuego suave/medio
  2. No cocines en ella nunca a fuego fuerte, quemarás el antiadherente.
  3. No utilices pinzas, espátulas u otros utensilios de acero inox, siempre de silicona o plástico.
  4. No pases un papel de cocina en la sartén si en ella hay sal en escamas, huesos u otros alimentos que puedan rayar la sartén.
  5. Lávala a mano con esponja y jabón: a pesar de las indicaciones del fabricante, durará más si no expones el antiadherente a los largos procesos de lavado y temperatura del lavavajillas. La mayoría de sartenes antiadherentes sí son aptas para el lavavajillas, pero no es lo más recomendable lavarlas en él.
  6. Nunca uses el estropajo para limpiar la sartén, siempre una esponja suave.
  7. Si las guardas apiladas, dispón siempre un protector de sartenes entre ellas.

Alternativas y Mantenimiento

Creo que ha quedado claro que una sartén antiadherente puede durar años, pero su vida sí o sí será limitada. Por ello, puede ser interesante limitar su uso: usar una sartén antiadherente solo para cocciones suaves y pescado blanco, que son usos de lo más indicados para ese tipo de sartenes, y usar otras sartenes más durables para otro tipo de cocciones.

En este sentido, es interesante considerar el acero al carbono (hierro Mineral, como las Mineral B de De Buyer) o el hierro fundido (las sartenes de hierro de Le Creuset), ambos de los cuales, con un mantenimiento mínimo, se volverán naturalmente antiadherentes con el tiempo.

Otro tipo de sartenes libres de antiadherentes son las de acero inoxidable, que si bien tienen su curva de aprendizaje a la hora de cocinar en ellas y no se les generará una antiadherencia natural, son sartenes ligeras y que no requieren ningún mantenimiento especial.

Conclusión

En resumen, aunque las sartenes antiadherentes han mejorado en durabilidad, seguirán siendo más frágiles que otros tipos de sartenes. Si observas que el recubrimiento se desprende, que presenta rayaduras profundas o el recubrimiento se ve levantado o si simplemente ves que alguna zona concreta o en general luchas para que no se pegue la comida, es el momento para reemplazar tu sartén antiadherente.

Las sartenes antiadherentes son ideales para cocciones suaves, y es importante que las cuides (sigue las recomendaciones dadas para usarlas y mantenerlas) si quieres prolongar su vida útil. Y puede ser interesante considerar alternativas como el acero Mineral, el hierro fundido o el acero inoxidable para una cocina más duradera y sostenible.

Claudia Ferrer

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