Hoy damos la bienvenida a Raquel Carmona, a quien no sólo conoceréis por su blog gastronómico Los Tragaldabas, sino por ser co-autora del libro La Mesa del Pecado, que recientemente ha sido galardonado como el "Best Innovative Cookbook" (España), premio otorgado por los premios Gourmand World Cookbook Awards 2014.

En su primera entrada en nuestro blog, Raquel nos presenta una receta muy versátil y hogareña: unos blinis que tanto podréis presentar con elaborados complementos en una comida especial, como con algún capricho dulce para la merienda de los peques.

¡Bienvenida, Raquel! Y a todos, ¡Qué aprovechen estos deliciosos blinis!

Los blinis son unas tortitas de origen ruso a base de harina de trigo, leche y levadura, pueden comerse bien fritas o cocidas al horno. Es una de las recetas más típicas de la cocina rusa, conocida tambien en diferentes países aunque con diferentes nombres, viene a ser en nuestra cocina el equivalente a la tortita o crepes.

Este tipo de elaboración es muy antiguo, su forma redonda y color dorado representa el Sol, por este motivo era uno de los platos principales de las fiestas paganas. También los daban a las mujeres que acababan de dar a luz y los servían en bodas y funerales.

Los blinis estaban presentes en sus vidas desde el comienzo hasta el fin. Los blinis sirven de base para diferentes elaboraciones tanto saladas como dulces, la receta más conocida es la de acompañarlos con crème fraîche, salmón ahumado y caviar. Aunque admite infinidad de combinaciones, con diferentes pescados ahumados como el arenque, trucha, esturión con mermeladas, compotas, e incluso rellenos de frutas. Como veis, es una receta que podemos usar para presentar cualquier aperitivo o una rica merienda.

Para hacer mis blinis he utilizado la sartén Mineral De Buyer que tiene para este tipo de elaboración, con 12 cm de diámetro es perfecta para que todos salgan exactamente iguales. Es la mejor opción para cocinar de manera saludable, fabricada de manera artesanal con hierro natural y sin productos químicos ni recubrimientos. Las sartenes De Buyer disponen de una capa de cera de abeja natural que protege y ayuda a la sartén a tener una superficie anti adherente de forma natural.

Hay muchas recetas de blinis pero me he decantado por una que sabía no podía fallar y es la del gran panadero Richard Bertinet, conocido mundialmente por su técnica de amasado del pan y por sus numerosos libros. El acompañamiento algo diferente pero delicioso y si no ya me contaréis. Vamos con la receta.

Ingredientes:

150 g de harina

150ml de leche

2 huevos

15gr de levadura fresca (la mitad de levadura si es seca)

100 g de nata fresca o crema agria

1 cucharadita de sal

Mantequilla (para engrasar)

150gr de queso tipo cremoso

Eneldo fresco

12 huevos de codorniz

Huevas de esturión o esferificaciones

En la foto, tabla de cortar de madera de olivo de Bérard.

Elaboración de la receta

Separamos las claras de las yemas y reservamos.

Calentamos le leche un poquito sin que llegue a hervir, una vez caliente añadimos la levadura y removemos bien hasta que quede disuelta. A continuación incorporamos la nata fresca, las yemas, y batimos.

En un bol ponemos la harina y la sal.

Incorporamos lentamente a la harina la mezcla de la leche, batimos hasta conseguir que todo los ingredientes estén bien integrados y quede una masa espesa. Cubrimos con un paño y dejamos reposar a temperatura ambiente durante una hora aproximadamente para que aumente de volumen. Está lista cuando veamos que la superficie está llena de burbujitas.

Montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a nuestra masa, mezclamos con movimientos envolventes, dejamos reposar nuevamente durante dos horas.

Mientras tanto, preparamos nuestro relleno para esto picamos muy finito el eneldo fresco que mezclamos con el queso cremoso (si queremos aligerar un poquito el queso podemos añadir dos cucharaditas de la nata fresca) removemos bien para repartir la hierba y reservamos.

Ponemos en un cazo los huevos de codorniz, cocemos en abundante agua durante 4-5 minutos, sacamos, enfriamos bajo el grifo y quitamos la cáscara.

Pasadas las horas de reposo engrasamos la sartén con un poquito de mantequilla y comenzamos a hacer nuestros blinis. A mí en particular me gustan algo gorditos, dependiendo de como os gusten tenéis que poner más o menos masa para que salgan con el grosor deseado. Una vez la masa en la sartén tenéis que esperar a que comiencen a salir burbujas en la superficie, una vez las veáis es el momento de dar la vuelta, lo dejáis un minuto, dos aproximadamente y sacais. El fuego no debe estar muy alto, cocinarlas a fuego medio.

Hechos nuestros blinis ahora toca ponerles el acompañamiento, con ayuda de dos cucharas untaremos el queso con el eneldo, el huevo de codorniz partido por la mitad y coronando las huevas de esturión o como en mi caso estas perlitas de aceite de oliva que me regalaron y pensé que este plato era perfecto para usarlas.

Los blinis están más ricos si una vez hechos se consumen en caliente.

Comentarios

BEATRIZ JACQUEMIN dijo:

Me recuerdan a unas tortas que comía cuando era niña hechas por mi abuela húngara. Por suerte fui a Hungría el año pasado y pude comer una frita con un queso riquísimo y verduras. La receta está clara y fácil de hacer, así que a trabajar. Gracias

Carmen dijo:

Tienen una pinta increíble! !

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