Carmen, autora de Yerbabuena en la cocina, nos muestra hoy una receta que ha elaborado toda la vida en casa: una tarta de queso muy fácil de preparar, pero con unos resultados excelentes -con esta receta conseguirás una clásica tarta de queso en su punto más cremoso y delicioso.

No sé si a vosotros os pasa lo mismo, y es que a pesar de que me gusta innovar y buscar nuevos platos con los que sorprender, al final tengo unas recetas fetiches heredadas de mi madre, que guardo como si de un tesoro se trataran, nunca me han fallado o desilusionado y siempre que las he preparado han sido un éxito rotundo, tal es el caso de esta tarta de queso.

Se trata de una tarta que no necesita mucha presentación: su sola presencia ya nos invita a querer probarla. Su gracia estriba tanto en su sabor y cremosidad como en su sencillez a la hora de prepararla y en la delicadeza de su sabor, sin duda se trata de mi tarta de queso favorita.

Siendo como soy una enamorada del diseño de los moldes de Emile Henry, para su horneado he utilizado el molde cerámico ondulado, especial para este tipo de elaboraciones tradicionales y de gran capacidad, que los hace ideales tanto para la cocción como para su presentación en la mesa.

Consejos:

- Se trata de una tarta grande, ideal para 10 o 12 raciones. Si nos resulta excesiva podemos reducir la cantidad a la mitad, pero teniendo en cuenta el molde que luego usas porque se trata de una tarta alta y que debemos tratar que al menos sea de unos 5cm de altura para poder disfrutar de su cremosidad.

- En esta ocasión he utilizado este molde cerámico de 28 cm, porque he preferido presentarla en él directamente en la mesa, pero si preferís otra presentación, podéis utilizar un molde desmoldable que previamente tendréis que engrasarlo.

- Podéis añadir la esencia que más os guste para dar un toque especial, yo he usado éste delicioso extracto de vainilla Bourbon, que le va que ni pintado.

INGREDIENTES

  • 1Kg queso cremoso o de untar
  • 400gr nata líquida
  • 6 huevos
  • 400gr azúcar
  • 2 cucharadas soperas de harina
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Mantequilla para untar el molde
  • Azúcar glas para espolvorear
  • Frambuesas para decorar

ELABORACIÓN

Precalentamos el horno a 180º. Mientras, engrasamos con mantequilla el molde que vayamos a utilizar, o en su defecto con spray desmoldante.

En una ensaladera profunda o en un bol, agregamos todos los ingredientes, es decir, el queso crema, la nata líquida, los huevos, el azúcar y las cucharadas soperas de harina y la esencia de vainilla, y batimos bien hasta conseguir una crema homogénea y sin grumos.

tarta de queso tradicional

Bol ensaladera Le Creuset y conjunto de cuatro medidores Kitchen Craft

Volcamos el contenido del bol sobre el molde preparado y horneamos dependiendo del horno, alrededor de 60 minutos a 180º. Si notamos que se dora en exceso, cubrimos con papel aluminio.

Comprobamos el punto de cocción cuando alrededor de la tarta esté dorada y la parte central no está del todo cuajada -no os preocupéis, al enfriar cogerá una mayor consistencia y conservará una cremosidad irresistible.

Apagamos el horno y dejamos enfriar en él, con la puerta entreabierta. Cuando se haya templado, conservamos en la nevera en el mismo molde si queréis, cubierto con film. Es mejor tomarlo de un día para otro. A la hora de llevarlo a la mesa, espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con algún fruto rojo.

tarta de queso caseraMolde cerámico alto Emile Henry

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