Juana, autora de La Cocina de Babel, nos trae una receta de lo más saludable y perfecta para los meses fríos: crema de kale y guisantes con queso de cabra. Inspirada en una receta de Donna Hay, ¡Es en una crema riquísima que querrás repetir una y otra vez!
Cuando era pequeña, en las noches frías de invierno, mi madre siempre nos servía una deliciosa sopa caliente acompañada de pan fresco y mantequilla, nada extravagante y complicado: verduras y vegetales combinados en función de lo que había en la nevera, lo que hacía que nunca fuesen exactamente iguales y daba lugar a comentarios del tipo “¡qué buena mami!”, o bien “hoy no me gusta nada”, a lo que ella contestaba “te la vas a comer igual”... Ella heredó esa costumbre de mi bisabuela y yo como buena hija de mi madre la mantengo en mi propia casa.
Pero el tiempo pasa y los tiempos cambian. Ahora hasta una humilde sopa o crema puede volverse algo sofisticado combinando vegetales y sabores que hasta hace relativamente poco eran desconocidos. Es el caso del kale, un vegetal que pertenece a la familia de las coles, de bajo poder calórico y rico en minerales y vitaminas, lo que lo ha convertido en una verdadera estrella “healthy” y la protagonista de la crema que os traigo hoy: una receta de la famosa Donna Hay que yo he adaptado un poco a mi gusto personal, he cocinado en mi preciosa “faitout” de Emile Henry y espero disfrutéis en alguna noche fría de invierno.
Cacerola cerámica "Faitout" Emile Henry, plato cerámico Nezumi de Tokyo Design Studio y bol de porcelana Seigaiha de Tokyo Design Studio.
Cacerola cerámica "Faitout" Emile Henry, plato cerámico Nezumi de Tokyo Design Studio, cuenco cerámico Nezumi Tokyo Design Studio y bol de porcelana Seigaiha de Tokyo Design Studio.
Muchas gracias por la receta, esta buenísima!! Tenía una pinta fantástica y no me ha defraudado. Para repetir , seguro!
Recuerdo lo poco que me atraían los calamares en su tinta cuando era una jovenzuela y lo sorprendida que me quedé cuando me decidí a catarlos por primera vez. Me gustó tantísimo que juré y perjuré recuperar el tiempo perdido y cocinarlos y comerlos tan a menudo como me fuera posible. Afortunadamente este clásico de la cocina española es facilísimo de preparar y solo se necesitan un puñado de ingredientes básicos, así que es una receta al alcance de todos.
Claudia
enero 30, 2018
Qué bien Aurora!! Feliz de que te haya gustado, me consta por otras fuentes que ciertamente sale muy rica! A disfrutarla mucho este invierno :)